Los jinetes me dicen constantemente que añaden salvado a la ración de su caballo, y todavía es más común escuchar a los veterinarios recomendarlo para caballos enfermos, y más sorprendente aún, hay muchísimos piensos que tienen como ingrediente principal el salvado. Sin embargo, los nutricionistas equinos raramente lo recomiendan.
¿Deberíamos utilizar salvado en la dieta de nuestros caballos?
El salvado de trigo es la cáscara del grano de dicho cereal, un subproducto de la elaboración de la harina. Es uno de los alimentos para caballos más baratos y fáciles de conseguir, y además, a los caballos les encanta su sabor.
Los propietarios de caballos, a veces añaden algo de salvado a la ración de sus animales, pensando que así van a reducir el riesgo de cólicos. Y las papillas de salvado de trigo son comunes en algunas cuadras con el objeto de mimar a los caballos con algo caliente o como laxante.
Diversas Investigaciones científicas han probado ya que la papilla “caliente” no afecta a la temperatura corporal del caballo y que el salvado no sirve como laxante. La universidad de Cornell probó que el uso de salvado de trigo en la dieta no aumenta la cantidad de agua fecal y que el estiércol no sale con menos consistencia. De hecho, si das una papilla de salvado una vez a la semana a tu caballo, costumbre esta muy típica, el cambio repentino de la dieta causará un desequilibrio en la flora intestinal y aumentará el riesgo de trastornos digestivos como diarrea o cólico.
Muchísimos propietarios creen que el uso de salvado de trigo aumenta el nivel de fibra en la dieta y así previene cólicos. Aunque es cierto que el salvado tiene fibra, el método de procesamiento perjudica la calidad de esta, y desde luego, alimentos como el heno o chaff contienen más fibra y son bastante más digestivos que el salvado de trigo.
El salvado de trigo contiene aproximadamente un 30% de azúcares, también conocidos como carbohidratos solubles. Sabemos que tenemos que limitar la cantidad de azúcares en la dieta del caballo para evitar enfermedades metabólicas y trastornos digestivos. Es importante saber además, que el salvado de trigo no es apropiado en la ración de un caballo que haya sufrido cólico o laminitis.
El salvado de trigo tiene un nivel de energía parecido a la avena y contiene niveles altos de niacina, riboflavina, y tiamina. Es alto en fósforo y muy bajo en calcio. Su fósforo se presenta en el salvado de trigo en una forma química denominada fitato, que bloquea la absorción de ciertos minerales. La proporción de fósforo a calcio en este salvado puede variar, pero una proporción de 10 de fósforo a 1 de calcio es bastante común, mientras que la proporción deseada en la ración es aproximadamente 2 de calcio contra 1 de fósforo.
Un exceso de fósforo en cualquiera de sus formas en la dieta del caballo puede perjudicar la absorción de calcio.- por tanto, si se utiliza el salvado dentro de la fórmula de un pienso comercial, se debería poner mayor cantidad de calcio para corregir ese exceso de fósforo. Si no se corrige el nivel de calcio, o si no se utiliza un calcio digestible, el caballo cogerá el calcio que necesite de sus propios huesos y puede terminar con problemas serios de densidad ósea. El salvado contiene niveles muy reducidos de los nutrientes: cobre, zinc, vitamina A, vitamina D y vitamina E entre otros.
Hay publicaciones en libros desde el principio de los tiempos que hablan del salvado en la dieta del caballo en pequeñas cantidades para abrirle el apetito. Pero como alimento principal en la ración, simplemente no sirve.