Los laboratorios de investigación equina intentan resolver los problemas que surgen en el mundo de los caballos de alta competición, cría y carreras, haciendo pruebas y análisis de todo tipo. El objetivo es proporcionar conocimientos y, a veces, productos comerciales, que permitan mejorar el rendimiento de los animales. Este artículo analiza la investigación llevada a cabo por Kentucky Equine Research, sobre cómo los caballos jóvenes pasan de su etapa inicial de juego a la de entrenamiento.
Cuando un caballo joven utiliza una cinta de galope equina por primera vez, se siente un poco confuso y comienza a andar sin rumbo fijo hacia alante y atrás, sin embargo no llega a sentir pánico. Con los ojos muy abiertos y con sus patas titubeantes, intentando mantener el equilibrio, se tranquiliza por la presencia del gerente y el personal interno que lo ha manejado a diario. Al cabo de unos segundos, el yearling entiende que todo lo que tiene que hacer es seguir caminando hacia alante, y en ese preciso momento, el caballo entra a formar parte del equipo de investigación de KER.
En este estudio, los diez caballos Pura Sangre Inglés (PSI), comprados como potros de un año en la subasta Keeneland y Fasing-Tipton, son la generación de investigación más reciente de KER. Según el Dr. Joe Pagan, fundador de KER: "Para estudiar el desarrollo del hueso en caballos jóvenes, hay que añadir caballos jóvenes a la manada ". “Los caballos que adquirimos hace unos años están totalmente crecidos y sus esqueletos son de adultos. Por ello, para estudiar el crecimiento, la mineralización del hueso y el efecto del manejo y el entrenamiento sobre las propiedades esqueléticas, necesitamos unos
caballos que todavía estén en la etapa de desarrollo”.
El objetivo de KER en este estudio, es investigar como pueden ser aplicadas la nutrición equina y la fisiología del ejercicio a la hora de criar caballos más sanos y atléticos. Pagan explicó que un desarrollo esquelético sano, está influenciado por un determinado número de factores que incluyen la genética, cantidad y tipo de comida y de ejercicio.
En cuanto al estudio afirmó lo siguiente: "Para encontrar el efecto de un factor específico, no se puede hacer un estudio de campo donde se visiten de vez en cuando a los caballos". "Por ello, teniendo aquí los caballos, podemos controlar todos los aspectos de su manejo. Estudios anteriores han mostrado que los huesos necesitan el ejercicio continuo para desarrollarse adecuadamente. Cuando se retira a los caballos jóvenes del pasto y comenzamos un programa de entrenamiento, sabemos que sus huesos se desmineralizan como respuesta a la disminución del movimiento libre.
Llegados a este punto, nos planteamos algunas cuestiones muy importantes que solo pueden ser contestadas por estudios controlados: ¿Cuánta cantidad de ejercicio necesitan los caballos en la actualidad? ¿Cuáles son los efectos de los diferentes planes nutricionales?”.
Se utilizarán varios métodos para supervisar los cambios producidos en la forma del hueso y en su densidad. Se tomarán radiografías frecuentemente a medida que el caballo crezca, y se analizará la sangre de vez en cuando para buscar biomarcadores de metabolismo del hueso. Los resultados serán los datos, tomados de cientos de potros Pura Sangre Inglés desde su nacimiento hasta el entrenamiento de carrera. Usando esta base de datos, se podrán marcar los resultados de las diferentes prácticas de manejo.
Mientras tanto, los diez caballos jóvenes han experimentado muchos cambios. Una vez entregados a la granja de investigación, fueron puestos en libertad en pasto durante algunas semanas, en grupos de dos o tres. Después de instalarse, los potros fueron castrados y adaptados a todo lo nuevo que se encontraron en su entorno, como nuevos miembros que son del equipo de investigación. El gerente, llamado Johanna Nicole comentó lo siguiente: “Algunos de estos caballos, obviamente, no habían sido
manejados antes de venir, pero aún así todos aprenden la rutina y lo hacen bien. Son individuos independientes, por lo que responden de manera diferente a lo que les pedimos hacer. Por ejemplo, Marvin, tenía muchos problemas para aprender a mantener los cuatro pies en equilibrio al mismo tiempo. Pi, el más pequeño, es la estrella. Él es muy tranquilo y es capaz de andar recto en la cinta de galope sin problemas. Y Murphy es optimista, uno de esos caballos que quiere ir por su propio camino, incluso si eso significa ir contra lo que nosotros queremos que haga. ¡La primera vez que quisimos
que subiera a la báscula, él simplemente se plantó en sus cuatro patas y rechazó moverse! Aun así, cada día es un poco más fácil de manejar”.
La investigadora Incola Crowley añadió lo siguiente: “los caballos están aprendiendo la rutina. Cuando Irish llegó por primera vez, le gustaba pegar coces y escaparse entre los boxes. Peter era difícil de coger al principio y ahora no presenta ningún problema.
Todos se han instalado perfectamente”.
Otra interna llamada Tiffany Dobb dijo lo siguiente: “Albert, el caballo alto castaño, siempre tiene las orejas atrás. Sin embargo, no está realmente malhumorado ya que tiene muchas expresiones graciosas en la cara. Estos caballos son muy buenos para trabajar, puesto que son fáciles de manejar, comparados con otros”.
Según la tercera interna, Rachel Moxon: “Ralph y Pi están entre los más tranquilos, mientras que Albert, Peter y Marvin son un poco más nerviosos. “A Flash y Lewey les gustan las personas y quieren estar con nosotras, comenta. Corren por el cercado siempre que alguien ande por ahí. A Lewey le gusta morder, y lo puede hacer con una rapidez sorprendente, pero esta manía debe ir desapareciendo ahora que ha sido castrado”.
Los caballos castrados han participado en este primer estudio que consiste en un test sobre las preferencias de suplementos. En esta prueba específica, se les ofreció a los caballos aceite de pescado simple, aceite de pescado desodorizado o aceite de soja mezclado con su ración o pienso. Al igual que una fuente de ácido graso omega-3 antinflamatorio, el aceite de pescado es beneficioso para la dieta del caballo, aunque su sabor no es apetecible para todos los caballos. Si se midiera la rapidez con la que los
caballos comen el pienso mezclado con los diferentes aceites, se podría llegar a saber cómo pueden asimilar dichos productos los caballos.
Si asumimos que todos los caballos jóvenes cogen la cinta de galope, sus siguientes contribuciones al esfuerzo de la investigación incluirán varios regímenes de ejercicio que simularán el entrenamiento de carrera. Mientras los entrenadores de carrera, por lo general, tienen que esperar cuando un caballo desarrolla problemas en las cañas u otros signos derivados del exceso de trabajo, los caballos de las cintas de galope serán cuidadosamente supervisados por rayos X y pruebas de sangre que advertirán de
posibles cambios esqueléticos perjudiciales.
Con la intención de desarrollar protocolos que detecten los problemas que pueden presentar los caballos en sus etapas tempranas, los investigadores de Kentucky Equine Research esperan proveer de entrenadores que apliquen métodos que consigan minimizar los problemas esqueléticos como la Laminitis o sobrecañas. Si se combinan los programas nutricionales adecuados para el crecimiento de los caballos con la supervisión y seguimiento de los primeros signos de lesiones esqueléticas, se pueden
conseguir atletas equinos más saludables durante más tiempo.
Fuente de información:
Kentucky Equine Research Inc. USA –
Equinews / Volumen 10