¡El Tamaño Si Que Importa!
Sugerencias para maximizar el tamaño de los potros
La genética o genotipo de un caballo influye decisivamente en la capacidad y rendimiento deportivo de un caballo, dado que definitivamente, los genes afectan al tamaño, la conformación y el potencial atlético.
¿Podemos aumentar el tamaño del caballo solo con la dieta o el manejo?
Es primordial maximizar el tamaño de los potros. Hay un deseo patente de los ganaderos en producir un PRE de calidad, que pueda ser competitivo en concurso morfológico o funcionar como caballo de deporte.
La duda que nos embarga es la siguiente: ¿Cuál es el proceso nutritivo o de manejo para asegurar que el potro llega al tamaño máximo que le permiten sus genes?... O dicho de otro modo: ¿Cuál es la dieta y el entorno que nos aseguran que un potro maximice su potencial genético?
El potro nacerá con solo un 17% de su densidad ósea y terminará de desarrollarse cuando cumpla los 6 años. La mayor parte de su crecimiento se produce en su primer año de vida. Un potro nacerá pesando unos 55 kg. y con una altura de aproximadamente 100 cm. Ganará una media de 1 Kg. diario durante sus primeros meses de vida. Si deja de crecer por no recibir los nutrientes adecuados, puede que no llegue a su máxima altura. Por el contrario, si crece demasiado rápido, se puede ver perjudicada la calidad de sus huesos y articulaciones. “La solidez del caballo adulto está directamente relacionada con los primeros dos años de crecimiento”.
¿Qué puede perjudicar el crecimiento de un potro?... Hay factores que pueden ralentizar o incluso paralizar el crecimiento de un potro. Las causas habituales que pueden perjudicar el crecimiento de un potro son las siguientes:
· Una dieta con falta de nutrientes para la yegua gestante
· Que el potro sufra mucho frío en los meses posteriores a su nacimiento
· Que el potro nazca en un mes en que haga mucho calor
· Que la yegua no proporcione suficiente leche al potro
· Que el potro sufra un exceso de estrés durante el proceso del destete
· Que el potro sufra alguna enfermedad durante el primer año de crecimiento
· Que el potro reciba una dieta deficiente en los minerales necesarios para optimizar el crecimiento
· Que el potro no reciba una dieta con suficiente energía para mantener una condición de carnes de entre 5 a 5,5
· Falta de proteína digestible en la dieta
· Una reducción en la calidad del forraje o del prado
· Entorno social agresivo que no permita que el potro coma suficiente
· Un nivel de actividad inadecuado (demasiado o demasiado poco)
· Formación dental incorrecta
Otra pregunta importante es ¿Cuándo puede o debe llegar a ese tamaño máximo? ¿Al destete? ¿Al año? ¿A los 2 años?... La altura y la conformación del potro están controladas por su genética. Sin embargo, la velocidad de crecimiento no está predeterminada.
Si el ganadero va a esperar a vender el potro hasta los 3 o 4 años de edad, lo tiene fácil, no debe correr el riesgo de causar problemas de crecimiento debido a una dieta excesivamente energética; debe buscar una velocidad de crecimiento constante, sin altibajos hasta que el potro llegue a su tamaño de adulto.
Generalmente los caballos llegarán a su tamaño de adulto entre los 4 y los 5 años. Ahora bien, dentro de un manejo correcto, podemos manipular la velocidad de crecimiento del potro para que llegue a tamaños mayores de una manera más precoz. Esto se utilizaría para preparar una venta cerca del destete o en una subasta con potros con menos de 18 meses. Dado que sabemos a ciencia cierta que un potro con mayor tamaño se vende a mejor precio.
Un ganadero que quiera vender sus potros cuando son muy jóvenes tiene que entender como acelerar el crecimiento de sus potros sin perjudicar la formación ósea. (Ver dibujo 1)
¿Cómo puede saber un ganadero si está en el buen camino?
Para poder vigilar el crecimiento de los caballos, los científicos producen curvas de crecimiento en función de la edad, del peso y altura de las diferentes razas controladas y con un valor monetario alto. Estas curvas de crecimiento comparan el peso del animal, con su altura.
Los ganaderos pueden utilizar esta información para analizar las variaciones de crecimiento de cada individuo de la finca, para ajustar su manejo y dieta si hiciese falta, y además, analizar la media de crecimiento de la finca en sí.
Para considerar una curva de crecimiento “oficial” y que sea aceptada como la correcta, se necesita una base de datos de crecimiento de entre las edades de 0 a 24 meses de unos 15.000 potros de una determinada raza y unas 225.000 entradas de datos (una medición cada 6 semanas aproximadamente).
Para la raza PRE, estamos ya en camino con unos 1.000 animales medidos y con aproximadamente 60.000 entradas de datos. Por tanto, aunque no sean datos que tengan la precisión que tienen las curvas de crecimiento de otras razas, podemos empezar ya a evaluar la información y las tendencias con bastante certeza.
También se pueden analizar las curvas de crecimiento de determinados individuos y compararlas con la información que tenemos de otras razas. Se sabe que si un potro deja de crecer, o aumenta de repente de tamaño de una manera desmesurada, tenemos que actuar para asegurar un correcto crecimiento y prevenir problemas de crecimiento como osteocondrosis.
¿Cómo se hace un seguimiento del crecimiento de un potro? - Comparando el tamaño de un potro (peso y altura) con la media de la raza expresado en porcentaje. Esto no es un concepto nuevo ya que se utiliza en la pediatría humana desde hace mucho tiempo (Percentil).
¿Cuál es el manejo nutritivo que tenemos que seguir?
Hay una línea muy fina entre una dieta correcta, una dieta con una falta de nutrientes que perjudica el crecimiento, y una dieta con un exceso de energía que aumenta el riesgo de padecer problemas de crecimiento. El ganadero tiene que tener claro cuándo quiere vender sus animales y cuál es el perfil nutricional que necesitan. Posteriormente tenemos que estar dispuestos a efectuar cambios sutiles para ajustar las raciones si surge algún problema. (Ver dibujo 2)
Las pautas mínimas nutricionales para el caballo están claramente marcadas a nivel internacional por el National Research Council (NRC). La combinación de forraje, cereales, piensos, correctores etc. deben casar con estos requisitos en las proporciones correctas.
La ración de la yegua gestante afecta al tamaño y la calidad del esqueleto del feto. El tamaño del potro tiene una relación específica con su tamaño al nacer. Quiere decir que tenemos que potenciar la formación ósea en el vientre de la yegua. La nutrición de la yegua gestante, especialmente a partir del noveno mes es primordial para la formación correcta y crecimiento del potro.
Al nacer, el potro tomará la leche de su madre. La clave de criar un potro con un desarrollo correcto es vigilar la producción de leche de su madre. Si vemos que el potro no gana peso adecuadamente solo con la leche, se puede introducir un pienso específico para potros, para que vaya picoteando pequeñas cantidades utilizando una tolva. Y utilizaremos este mismo procedimiento si el potro va a ser presentado en subasta o vendido antes de su primer año.
Si comparamos la curva de crecimiento del potro con la media de la raza, se podrá saber si su madre no está produciendo suficiente leche o si produce demasiada.
Si se hace el seguimiento de los potros de una finca durante varios años, tendremos además la ventaja de poder saber el tamaño medio de los potros producidos en dicha finca en particular. Y con potros enfermos y huérfanos, podremos hacer un seguimiento de su recuperación y saber si están absorbiendo correctamente los nutrientes que reciben de los alimentos.
El proceso del destete es otro momento que puede perjudicar el desarrollo del potro. La separación de la yegua y su potro debe ser lo menos estresante posible. El potro debe estar familiarizado con su pienso, con el lugar donde se encuentra el agua y con su entorno, ANTES de que comience el destete.
Es aceptada la existencia de una cierta ralentización en el crecimiento de los potros durante los 2 o 3 meses después del destete. Esto no es preocupante si se observa que el potro recupera la velocidad de crecimiento perdida lentamente (Sin altibajos). En el caso de usar procedimientos de destete más estresantes o si hace mucho frío, el potro puede tardar hasta 6 meses en recuperar su velocidad de crecimiento.
Los potros pueden desarrollar problemas de crecimiento desde antes de su nacimiento hasta los 14 meses de edad. A partir de esta “época de riesgo”, se puede proporcionar una dieta más rica en nutrientes y energía sin correr el riesgo de causar enfermedades como la osteocondrosis o epifisitis.
Por tanto las pautas para maximizar el tamaño de los potros son claras:
· Optimizar la dieta de las yeguas gestantes
· Asegurar que el potro reciba suficiente leche
· Asegurar que el potro tenga suficiente espacio para moverse
· Asegurar que la ración que reciba el potro respeta las pautas marcadas por el NRC
· Proporcionar ANTES del destete una pequeña cantidad de pienso especial para potros para reducir el estrés
· Evaluar la digestibilidad de los nutrientes y especialmente la fuente de proteína que reciba el potro
· Vigilar la velocidad de crecimiento del potro y ajustar la dieta si sobreviene algún problema
· Vigilar el entorno social del potro para asegurar que tenga acceso a su ración
· El potro debe recibir una dieta correctamente equilibrada para optimizar su crecimiento hasta llegar a su madurez
Escrito por:
Coby Bolger www.HORSE1.es Centro de Nutrición Equina